Te explicamos los documentos que tendrás que aportar al banco para analizar tu perfil de solvencia al solicitar una hipoteca :

Número de identificación.- Cualquier persona que quiera obtener una hipoteca debe entregar al banco o entidad financiera su número de identificación. Este hecho se multiplica en el caso de que los titulares que soliciten el préstamo sean varias personas. Para cumplir con el requisito basta con entregar tu Documento Nacional de Identidad (DIN) o bien tu Número de Identidad Extranjero (NIE).

Escrituras de otros inmuebles en propiedad
Si tienes otros inmuebles en propiedad, ya sea una vivienda, un local, oficina o trastero, la entidad bancaria va a pedirte la escritura de estos, pues te servirá para justificar tu patrimonio, a la hora de obtener la financiación.

Última declaración del IRPF
Para conocer al detalle cuál es tu renta actual. Para ello, comprobará tu última declaración del Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF. En este documento queda registrada la totalidad de tus rendimientos, ganancias y pérdidas patrimoniales. Si no la encuentras, basta con acceder a la página web de la Agencia Tributaria y buscar en tu histórico las declaraciones de renta presentadas.

Tema Laboral
Contrato laboral en vigor (ya sea definido o indefinido).
Nóminas de, al menos, los últimos 3 meses.
Justificante de ingresos adicionales al de la nómina (en caso de tenerlos).
Documentación requerida al trabajador por cuenta propia
Informe de vida laboral : Es muy importante la estabilidad del que va a pedir la hipoteca, especialmente en cuestión de empleo. Por este motivo, se suele pedir a los futuros compradores de vivienda que certifiquen su experiencia y trabajos realizados, para lo cual contar con el informe de vida laboral actualizado resulta clave. Este documento constata la relación de trabajo que has mantenido a lo largo de tu vida, tanto a nivel autónomo como en el caso de que seas empleado por cuenta ajena. Para hacerte con él, basta con acceder a la página web de la Seguridad Social y tener un certificado digital actualizado. En pocos segundos accederás a la información de manera gratuita.

Datos de la vivienda
Otro de los aspectos significativos que tienen en cuenta los bancos en el momento de valorar el perfil de sus potenciales hipotecados tiene que ver con el grado de coherencia que existe entre la cantidad de capital que demandáis y los rasgos del inmueble que os disponéis a adquirir. Para constatarlo, te reclamarán información vinculada al inmueble de la vivienda, haciendo especial hincapié en su valoración y rasgos particulares. Para satisfacer esta demanda, y corroborar los datos, te bastará con tener una nota simple del Registro de la Propiedad. Puedes acceder a este documento a través de la página web del Colegio Oficial de Registradores. También acercándote al registro más cercano que tengas. En ambos casos tendrás que pagar una pequeña cuantía por el servicio.

Extractos bancarios
Tus movimientos bancarios también serán requeridos por las entidades financieras. Estos extractos les resultan muy valiosos, ya que les permiten examinar a conciencia cuál es tu situación financiera y cómo te comportas a nivel económico, en lo que respecta a gastos y movimientos de salida de tus cuentas. Dentro de este conjunto de gastos, se tenderá a reclamar los vinculados a los suministros mensuales. También a las domiciliaciones o a aquellos contratos por los que debas devolver una cantidad prestada previamente. No tendrás que moverte para contar con esta información: basta con acceder a tu banca digital y descargarte estos movimientos en formato PDF.

Información sobre tu alquiler
Finalmente, y en el caso de que en el momento de la solicitud del préstamo te encuentres viviendo de alquiler, es probable que el banco también te pida información relativa a tu arrendamiento: desde el contrato hasta tu historial de pagos.

Los trabajadores por cuenta propia (o autónomos), además, necesitan entregar al banco la siguiente documentación:
Declaración anual del IVA (del año anterior).
Pagos trimestrales del IVA del año en curso.
Declaración anual del IRPF (además de los pagos fraccionados).
Últimos recibos del pago de la Seguridad Social.